LILLIAN HELLMAN

Lillian Florence Hellman, vio la luz el 20 de junio de 1905 en Nueva Orleáns, hija única de Julia y de Max Bernard Hellman de origen judío alemán y zapatero de profesión.

Por motivos económicos, los negocios del señor Hellman no iban muy bien, la niñez de Lillian conoció algunos cambios de residencia, de Nueva Orleáns a Nueva York y luego otra vez a N. Orleáns en donde vivirían con las dos hermanas de su padre.

También su educación se resintió de los altibajos financieros familiares y fue a varias escuelas, graduándose finalmente en secundaria, con marcha posterior en las universidades de NY y de Columbia.

Su carrera profesional en el mundo de las letras tuvo por comienzo empezar de lectora en una empresa editorial de la ciudad de los rascacielos, por lo que empezó a introducirse en el mundillo literario con los primeros relatos que escribiera.

Contrajo matrimonio con un agente de prensa de teatro, Arthur Kober, el 1 de diciembre de 1925, y viajaron a Europa. Años más tarde, y habiendo entrado en la Metro Goldwyn Mayer para trabajar como guionista, conoció al escritor de género policíaco, Dashiell Hammett, se enamoraron y en 1932, se divorció amistosamente de su marido, continuando una intensa relación afectiva con Hammett, relación que a pesar de los numerosos altibajos que conoció a lo largo de 30 años, nunca se rompió, convirtiéndose finalmente en una entrañable amistad hasta el último momento, ya que Lillian Hellman estuvo junto a Hammett en el instante de su muerte.

Durante la Guerra Civil española Lillian Hellman fue a España en calidad de corresponsal de prensa y se sumó también a la campaña de allegar fondos para el bando republicano.

El desarrollo de su vida como escritora fue brillante y se tradujo, como la obra La hora de los niños, en numerosos éxitos teatrales, posteriormente llevada al cine en dos ocasiones con el título de La calumnia, también The Little foxes –en castellano La loba, protagonizada por Bette Davis-, y etc. Escribió asimismo libretos para musicales y libros entre la novela y la biografía, como, por ejemplo, Pentimento, y declaradamente autobiográficas con Una mujer inacabada por el que recibió en 1970 el Premio Nacional de las Artes y de las Letras, y en 1976 con Tiempo de canallas, broche de oro al relato de su vida.

Igual que Hammett, y otros muchos, fue perseguida por su militancia comunista, y tuvo que vender su casa para pagar sanciones de tipo legal, pero no fue encarcelada como le pasó a Dashiell Hammett.

Consiguió salir a flote, lo cual fue toda una proeza en tiempos de McCarthy y su caza de brujas, reconquistando el lugar que le pertenecía en el mundo intelectual, y sobrevivió a Dashiell Hammett, a quien sirviera de inspiración en algunos de los personajes femeninos de su novelística.

Lillian Hellman falleció, sin haber tenido hijos, de un ataque cardiaco el 30 de junio de 1984, en su casa de Martha’s Vineyard.